Hay un mundo invisible al que sólo se puede llegar a través del oído. La buena música cambia nuestro ánimo, nos hace descansar con paz interior. Esa experiencia y sensación de plenitud también puede elevarnos hacia Dios porque las obras maestras de la Música Sacra, compuestas para hablar con Él, sintonizan nuestras palabras con los sentimientos, deseos profundos, tristezas, dolores y alegrías.
El autor de este libro nos descubre esta perspectiva de una forma muy original y práctica: con las nuevas tecnologías, poder oír en el teléfono celular un centenar de bellos fragmentos musicales y, al mismo tiempo, leer textos de esa música coral. Otro modo para aprender a orar, escuchando a los que oran con música.
ORAR CON MÚSICA
Existe un mundo invisible que no entra por tus ojos, sino por uno de los sentidos más finos: el oído. La buena música nos conduce a un mundo interior de emociones, cambia nuestro ánimo y nos hace descansar con paz interior. Esa experiencia y sensación de plenitud también puede elevarnos hacia Dios. Obras maestras de la música sacra, compuestas para hablar con Dios, sintonizan nuestras palabras con los sentimientos, anhelos, deseos profundos, tristezas, dolores y alegrías. Oír cómo se reza cantando puede ser un camino más sencillo para llegar al Dios invisible y eterno y para comprender sus misterios. La música es la resonancia del Cielo en la tierra, el eco del paraíso en nuestro exilio. La música suministra voces y acompañamiento para la oración de los mortales. La música misma es oración. Un libro “conectado con la nube”, a través de una lista de reproducción musical y contenido multimedia, para aprender a orar, escuchando a los que oran con música.